martes, 15 de octubre de 2024

¡En la Venta Directa la gente quiere la leche, no la vaca!



Juan Carlos Castro
Experto en multinivel y director de ventas.

Esta frase ha resonado mucho en mis últimas conversaciones sobre la industria de la Venta Directa. Es una analogía que refleja una realidad: muchas personas ven el gran potencial y los beneficios que ofrece este modelo, pero son pocas las que están dispuestas a construir una fuerza de ventas y lidiar con todo lo que implica el proceso.

Pero hagamos una pausa y reflexionemos, ¿Qué es lo que realmente atrae de esta industria?

- El poder del boca a boca tiene una escalabilidad enorme.
- No es necesario invertir en grandes sueldos.
- La ejecución es rápida y extremadamente flexible.
- Un modelo bien estructurado puede generar ingresos significativos.
- Tiene un gran impacto social.
- Y hay mucho más...

Ahora bien, ¿Cuáles son los principales desafíos al operar en este modelo?
- Dominar el plan de compensación y su estructura financiera.
- Desarrollar una estrategia de comunicación efectiva y asertiva.
- Crear un programa de capacitación que sea atractivo y eficaz.
- Contar con líderes que sepan desarrollar y motivar a la fuerza de ventas.

Sinceramente, escuchar esta frase me hizo reflexionar y sentirme orgulloso de mi experiencia en la industria. Me recuerda el valor que tiene este modelo de negocio y lo gratificante que ha sido mi trayecto.

La Venta Directa es una oportunidad extraordinaria para cualquier empresa, líder, distribuidor o cliente que tenga la oportunidad de experimentarla. En mi opinión, es la mejor escuela de negocios que existe.


martes, 8 de octubre de 2024

El Enojo: Otra Emoción Sanadora

Mtra. Patricia Rivera Noriega


Coach Senior


EL ENOJO: Otra emoción sanadora


Es una emoción que ayuda a conservar y proteger la integridad física y psicológica del organismo.

Cuando un niño no puede proteger su integridad con el enojo, llora.

La personalidad neurótica de un niño se desarrolla si la capacidad de expresar su rabia es bloqueada.

Cuando se es adulto vive el enojo, como una onda de excitación que asciende por la espalda y se transmite a los brazos para golpear. Cuando el flujo de excitación se encuentra invertido, es el movimiento energético del miedo.

El ejercicio de golpear la almohada, ayuda a contactar el enojo suprimido, si llora sentirá su herida y dolor, la tristeza se transformará en enojo.

Este ejercicio deberá hacerse con fuerza, tomando impulso desde abajo, flexionando las rodillas. El hombre golpea con los puños cerrados, la mujer con una raqueta. Combinar la acción física con las palabras realza el sentimiento.

Es un ejercicio que libera la tensión en los músculos que habían bloqueado el enojo.

Ésta no una emoción destructiva a diferencia de la rabia, que tiene intención de destruir o herir. La rabia debe ser eliminada para permitir sentir y expresar enojo genuino.

Aún más intenso que la rabia es la furia, que piensa agredir, inclusive hasta matar.

Cuando una persona refleja, estado de congelamiento, es el aspecto físico del odio.

Practicar el ejercicio de golpear la almohada, sirve para liberar tensiones del stress cotidiano, se recomienda a los padres, para no golpear a los hijos.

Cuando vemos que alguien tiene ojos opacos y sin chispa, son individuos que tienen dificultad para expresar enojo. Los sentimientos de enojo pueden abrirse si tiene bloqueada la agresión sexual.

Con ejercicios de enraizamiento, la persona inclinada hacia delante, toca el piso con las puntas de los dedos, logra conectar su realidad. El contacto con las piernas, aumenta la sensibilidad en ellas, lo que le proporciona mayor seguridad. 

Cuando la persona tiene una tensión muy fuerte, le ayudará mucho gritar, le ayudaría mucho patear, pero en un adulto no es muy común hacerlo.

Se puede realizar el ejercicio de dar patadas, acostado y combinándolo con gritos, “por qué?” , “no”, “Déjame en paz.”

Estos ejercicios aportarán a los pacientes, una herramienta muy valiosa para sentir que tienen derecho a ser libres, a ser ellos mismos, a realizar su propio ser y no el de sus padres ó de otras personas.