Presidente de Bulimia México
El pensamiento estratégico nos permite ordenar la confusión y descubrir el mejor camino para seguir adelante. Como muchos los demás talentos, no se trata de una capacidad que pueda ser enseñada. Es un tipo de pensamiento que nos permite contar con una perspectiva especial del mundo. Esta perspectiva nos permite captar diferentes patrones u cosas donde otros no pueden verlas e inclusive no ver más allá, el panorama de opciones y tal vez solo ver complejidad.
Estando atento a estos patrones podemos contemplar las diferentes alternativas, preguntándonos siempre qué pasaría si la opción elegida no es la correcta o bien qué pasaría si hubiera sucedido otra cosa, estas preguntas recurrentes nos ayudan a anticipar y a evaluar los posibles obstáculos. Como estrategas debemos elegir siempre el camino más indicado aunque muchas veces este, no sea el correcto. Así mismo vamos descartando aquellos caminos que no conducen a ningún lado.
Así, eliminamos, definimos nuestra estrategia y actuamos. No cualquiera es estratega, ya que para eso se necesitan ciertas cualidades y habilidades como suelen ser, el observar patrones de comportamiento, identificar necesidades de cambios, desarrollar estrategias para esos cambios, ver y hacer uso de herramientas para dichos cambios, y algo muy importante materializar los manuscritos es decir; implementar cambios.
Estas estrategias se pueden dar en todo tipo de lugares, y prácticamente en cualquier parte en que las personas tengamos capacidad de aprendizaje y dispongamos de los recursos que apoyen nuestra capacidad.
Hay que ser visionarios, no hay que tener miedo a nuestro propio pensamiento y hay que tenernos confianza y confiar en los demás, puesto que parte de ser estrategas es siempre anticipar, correr riesgos, evaluar, discernir, elegir y ejecutar. Sin miedo al cambio, sin miedo a nada.
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