lunes, 25 de julio de 2011

Ensayo -- El Caballero de la Armadura Oxidada

El Caballero de la Armadura Oxidada
Robert Fisher

Ensayo por:




Primera parte.

La historia nos conduce por un recorrido de autodescubrimiento y concientización, tomando como referente la vida de un caballero que utiliza su armadura tan asiduamente que llega el día en que no puede quitársela. De manera similar, utilizamos máscaras y armaduras que esconden nuestra forma de ser para sentirnos protegidos cuando interactuamos con otras personas, y en ocasiones, las usamos por tanto tiempo que definitivamente representamos un ser distinto. La que otras veces le había otorgado protección de innumerables peligros, ahora le impide desarrollarse como una persona normal tanto en el trato con los demás como para sí mismo. Tendrá que realizar un viaje lleno de sabiduría para conseguir su objetivo, en el cual, afortunadamente se encuentra acompañado de tres grandes guías, un mago (Merlín), una paloma (Rebeca) y una ardilla, que conducen al caballero por el “sendero de la verdad”, a través del cual se desprenderá de su armadura que le impide ser feliz.



Si bien, la cuestión más importante es el conseguir liberarse de esta armadura, el relato entrega una pregunta previa ¿Por qué tenía que usarla? ¿Quién o qué le había orillado a ponérsela para lidiar todas esas batallas? Resulta que él intentaba demostrar su valentía, generosidad y amor a los demás y por esto había emprendido la hazaña de rescatar a las personas que en difícil situación se encontraran, aún si ellas no quisieran ser salvadas. Para ser aceptados en algún grupo o de manera general en la sociedad, debemos seguir ciertas normas basadas en principios morales para una adecuada y sana convivencia, sin embargo, en muchas ocasiones se olvida el por qué de esta convención y se llega a caer en la costumbre de tratar de agradar para formar parte de determinado grupo. En el caso de nuestro protagonista, siempre había buscado hacer el bien pensando en lo que era adecuado según la sociedad, llámese salvar reinos, rescatar doncellas, matar feroces dragones, etcétera, pero jamás se detuvo a pensar el por qué era bueno esto y cómo era que ayudaba a los demás al realizar estos actos. Nunca desarrolló empatía para poder pensar en las vidas de la gente que salvaba, lo que hacía era por el prestigio que le daban estos actos a su persona, por la reputación que adquiría con esto.



De manera similar, no quiso prestar atención a la relación que llevaba con su esposa y su hijo, creyendo que cumplía con su trabajo y eso era suficiente para que lo siguieran queriendo y apreciando. Llegó el momento en que ya no recordaban cómo era, debido a que no se quitaba la armadura ni estando en su casa. La separación de ellos se fue dando de manera paulatina e inevitable, y por más que quisiera regresar a su lado, se dio cuenta que primero tenía que arreglar sus problemas para poder reconciliarse con ellos. Necesitaba deshacerse de la armadura para que lo volvieran a ver, pero no solamente hablando de la armadura física, sino también de la que cubría su verdadera forma de ser. De aquí surge una observación muy importante, se trata de la generosidad, el gusto por querer ofrecer algo que beneficie a los demás. El caballero pensaba que era muy generoso debido a las acciones heroicas que realizaba, pero como antes mencioné, no actuaba porque deseará el bienestar de su prójimo sino porque quería sentirse reconocido, apreciado y amado. Para poder ser generosos y buenos, primero debemos gozar nosotros de bienestar y sólo así es que podemos ofrecerlo a los demás. Cito una frase escrita en el prólogo de un libro de Frederich Nietzch: “Se obra bien porque se está bien y no para estar bien”. Si queremos tener éxito en una empresa tan grande o similar a la que intentaba llevar el caballero, debemos

continua...
 

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