¿Porqué Invertir en capital social proactivo?
Alinearse a las normas de convivencia diaria en una megalópolis como es la Ciudad de México, ha devaluado el capital social individual y colectivo por la manera de cómo socializamos e interactuamos en el campo de la realidad tangible y virtual.
Un capital social proactivo y constructivo debe basarse en tres aspectos:
a. Confianza mutua entre los que participan en ese intercambio de experiencias.
b. Establecer normas estructuradas de participación que permitan la sana convivencia y sobrellevar cualquier excepción del intercambio.
c. Contar con canales de comunicación dinámicos tales como las redes sociales han fomentado en la actualidad
El Capital Social sigue siendo una variable entre varias disciplinas del conocimiento, sin embargo en el hábito social es considerado que tanto empleas tus relaciones sociales en lo individual y/o colectivo para la alcanzar tus objetivos de cualquier tipo. El tener confianza en quien estamos creando este capital, compartir intereses y normas de participación, y el mantener estas experiencias mediante los diversos canales de comunicación, nos permite incrementar ese capital.
¿Cuál es el capital social proactivo de nuestra región, país, comunidad, familia, de nosotros mismo? Suponiendo que ese capital social proactivo permita resolver problemas macro y micro sociales, económicos, culturales, emocionales etc.
Como respuesta a esta pregunta quiero remontarme a una experiencia que se llevo empezó en 2001 en la comunidad de Santo Tomás Jalieza en Ocotlán, municipio del Estado de Oaxaca y a 40min de la capital del estado.
Junto con la Fundación del finado maestro plástico Rodolfo Morales (http://www.fcrom.org.mx/), dirigí un proyecto de desarrollo sustentable (http://camino-a-ocotlan.blogspot.com/), junto con otros profesionistas egresados del Instituto Politécnico Nacional, en donde empleado las bases de generar un capital social proactivo nos dimos a la tarea de emprender por diversas etapas un exhaustivo trabajo de campo, visitando casa por casa a cada uno de los habitantes de la población, compartiendo sus experiencias, su visión sobre que querían de su comunidad sin dejar de lado sus tradiciones, pero con la intención de ser más productivos y competitivos sustentablemente hablando.
El resultado de ese período de formación de un capital social constructivo permitió crear diversos Proyectos Productivos para generar microempresas y a su vez brindar capacitación adecuada para las mismas. Se desarrollo un proyecto de Turismo Alternativo en la zona siempre y cuando se protegiera medioambiente que lo sustentaría.
Este trabajo de capital social produjo un beneficio a más de tres mil personas de la comunidad.
Como ciudadano y activista, el capital social es una variable que debería ser pilar en la toma de decisiones de nuestros dirigentes sociales, no tan solo basta en resumirlo o delegarlo mediante otros mecanismos de consulta.
Invertir con honestidad y humildad en capital social proactivo, individual o colectivo, permitiría aprender y reconocer todo lo que nos hace falta para alcanzar en términos de justicia, de paz, competitividad, productividad, seguridad que tanto anhelamos.
Invertir en crear capital social constructivo es una obligación más que un privilegio, en beneficio colectivo y lo individual con la premisa de servir.
Mtro. Gandhy Alejandro Ramos Naranjo
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